CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

domingo, 9 de abril de 2017

EDICIÓN IMPRESA. INFORMÁTICA. ¿Una grande de muzza? En media hora le mando el dron

LUIS ÁLVAREZ

Los vehículos aéreos no tripulados, comúnmente llamados drones, en un principio eran exclusivamente de uso militar, y efectuaban principalmente misiones de reconocimiento y ataque, entre otras.
Con la progresiva popularización del uso civil de los drones sus aplicaciones varían, ampliándose el número de consumidores más allá del terreno militar.

Aunque ya llevan años comercializándose a nivel de usuario para grabar vídeos o simplemente para los aficionados de los vehículos por radiocontrol, en el futuro los drones van a emplearse para muchas cosas más, si es que los organismos que regulan su uso en espacios públicos establecen nomas adecuadas.

Los drones continúan siendo los artefactos ideales para tareas de espionaje, vigilancia y operaciones militares. Son tan efectivos como inquietantes, sobre todo cuando se usan para atacar objetivos prefijados con una precisión asombrosa. 

Una de las compañías que parece estar dispuesta a introducirlo en sus actividades cotidianas próximamente es Amazon. El sistema se llama “Amazon Prime Air”  y consiste en el uso de un dron para repartir las compras realizadas en su tienda online. Sería una alternativa práctica para acelerar las entregas en aquellas poblaciones en las que fuese posible. 

Otras empresas también están mirando cómo usar los drones para sus repartos. Algunas empresas buscan repartir pizzas por el aire, por lo que la inversión en drones y los cambios en la regulación sobre ellos será un tema importante en un futuro cercano.

Últimamente se están utilizando mucho en la cobertura de diversos eventos; recitales, desfiles de moda y hasta protestas, son captados por estos mini helicópteros que como ventaja pueden volar más bajo y más cerca de la gente que un helicóptero real y tienen muchas más posibilidades de maniobra que un brazo de grúa.

Uno de los aspectos que debe priorizarse es la seguridad, porque la caída o choque accidental de un dron  podría provocar importantes daños materiales e incluso personales. También  el propio dispositivo podría ser objeto de ataques o vandalismo.

Algunos serán de gran tamaño,  con el objetivo de transportar médicos en una emergencia o viajar mucho más lejos que un helicóptero convencional. Y sin piloto. Todo automático. El uso de un dron como éste permitiría socorrer a personas que pudiesen sufrir un ataque al corazón en medio de la calle. En grandes ciudades podría no ser necesario pero sería de gran utilidad en pueblos o zonas de acceso complicado por tierra debido a derrumbes,  nevadas, lluvias, inundaciones, caminos bloqueados, incendios, etc. En estos casos servirían para ayudar y salvar vidas.

Con respecto a los lugares que no disponen de acceso a Internet, la compañía de Mark Zuckerberg (Facebook) intenta solucionar el problema mediante el uso de drones no tripulados, en particular una nave de gran tamaño,  aunque con un peso menor que un coche, que llevaría Internet a todas partes.
En tareas de vigilancia y lucha contra incendios también serían protagonistas. Con el uso de drones se podría reconocer el terreno de forma más eficaz, detectar el foco, posibles riesgos e incluso abordar tareas de rescate. 

Serían efectivos en la búsqueda de personas, ya que la posibilidad de volar a poca altura junto con una cámara de alta calidad que transmite en tiempo real, permitiría  el reconocimiento inmediato de personas perdidas en bosques o montañas.

Otro de los usos corresponde al control fiscal y la vigilancia fronteriza;  España comenzará a utilizarlos a través de la Guardia Civil, para controlar los ingresos marítimos, y Estados Unidos está evaluando su uso para controlar la frontera Mexicana.

El futuro de los drones es más que prometedor. Los usos que se podrían hacer de ellos son tan variados que, incluso, ya se experimenta con su aplicación en la agricultura u otras labores. También para su uso en exploraciones arqueológicas o excavaciones, o incluso cumpliendo funciones satelitales.

Como cualquier avance, siempre existe una contrapartida. Los drones pueden suponer un riesgo para el usuario, en lo que respecta a los accidentes que pueden ocasionar o por los daños materiales derivados de una falla en el funcionamiento, sino también por cómo afectarían a la privacidad de las personas.

Los drones pueden ser usados y se usarán en ocasiones como sistemas de vigilancia. En este caso vendrían equipados con cámaras que podrían seguir a cualquier individuo o utilizarse para entrar de forma fácil en terrenos privados o incluso usarse para atentados.

Por ello, se requiere un análisis de las consecuencias  derivadas del uso de estos dispositivos, para regular de forma adecuada sus aplicaciones, porque los drones se popularizarán cada vez más y serán parte segura de nuestro futuro.

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