CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

lunes, 3 de febrero de 2014

EDICIÓN IMPRESA: Jubilarse, esa nueva etapa

Por Andrea Vartanian.

La jubilación es el acto de dejar de trabajar, por motivos de edad, y pasar a una situación de inactividad laboral. Para algunas personas, la jubilación, puede significar un esperado descanso y trae un sentimiento de libertad al disponer de más tiempo para realizar distintas actividades que antes no podía por falta de tiempo. Para otros es una situación difícil de asimilar, pueden vivenciarlo como una pérdida de una etapa productiva que significaba el tener que cumplir un horario, tener un rol social, etc. El jubilarse en general afecta tanto a la persona que deja de trabajar como a la familia, donde necesariamente se produce una re-estructuración familiar.

Esta es una etapa que llegará sí o sí, es parte de la vida y debería tomarse como la oportunidad de realizar todas las actividades que por falta de tiempo no podía realizar.

Tiende a resultar más llevadero cuando la persona previamente ha podido ir visualizando y hablando sobre cómo sería esa nueva etapa de vida, y a la vez esto le va permitiendo ir de a poco incorporando a su vida otras actividades para realizar una vez que llegue ese momento.

Al tomar conciencia de su nueva realidad, la persona irá realizando ajustes y re-adecuándose a este nuevo periodo de su vida, esto incluye el modo de vincularse con los demás, adaptándose a nuevos horarios, actividades y asumiendo otros roles.

Puede ayudar el entorno a la persona que se jubila conteniéndolo, así la persona se sentirá parte de ese entorno y necesario a la vez. Esto ayudará en gran medida a que el proceso de adaptación y re-adecuación a la nueva vida no sea tan traumático y a la vez, lo hará sentirse “útil” como persona nuevamente.

 En el matrimonio habrá roces y diferencias como en toda pareja, pero si ambos se hacen el propósito de buscar puntos de encuentros y se preocupan de incorporar a la vida actividades placenteras para ambos, estos roces serán menores.

 También es importante que la persona que se jubiló tenga actividades que lo mantengan ocupado mental y físicamente. Puede incorporar música, lectura, baile, asistir a un grupo de amigos, salir a caminar o realizar actividades o salidas con  un club de jubilados, donde realizan viajes a lugares que muchas veces no conocen y son económicos, además se rodean no sólo de personas de su edad, sino que también se integran personas más jóvenes que por motivos de costos asisten a esos viajes. 

Cualquier actividad de agrado es válida ya que así disminuyen la probabilidad de que la mente esté focalizada en el cuerpo y así sentir una posible dolencia, y si es que ya la hay, evitar que la aumente o que se centre sólo en ese aspecto.

También es una buena opción realizar artesanías. A las señoras les suele gustar el tejido y también, al igual que los hombres, pueden realizar cualquier tipo de artesanía sencilla que podrán vender o regalar. Les llenará de orgullo propio y los hará sentir útiles.

Es necesario tener conciencia, asimilarlo y tomarlo como parte del ciclo normal de la vida.

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