RIO DE JANEIRO, 27 de julio (Télam, enviados especiales).- La
visita del papa Francisco a Río de Janeiro logró una casi total
tregua respecto de las protestas que se venían desarrollando en
contra el gasto público en grandes eventos y la corrupción, pero
algunas manifestaciones se hicieron notar el pasado lunes y ayer
por la noche, en distintos puntos de la ciudad.
Luego de la conclusión del Vía Crucis realizado anoche en la
playa de Copacabana, unas 150 personas se congregaron y marcharon
por la avenida Atlántica con consignas contra el gobernador Sergio
Cabral por los gastos que generó la realización de la Jornada
Mundial, que los manifestantes denunciaron en 118 millones de
reales.
En diálogo con Télam, Regina explicó: "Estamos en contra del
gasto para esta fiesta cuando nuestro pueblo no tiene salud, no
tiene educación, no tiene trasporte decente. Tenemos un Gobierno
corrupto y una policía violenta".
Si bien desde la organización de la Jornada Mundial se había
dicho que entendían que las protestas no eran contra la visita del
Papa, ayer, el pequeño grupo hizo saber lo contrario.
"La visita del Papa a una favela no cambia nada, es una
estructura que intenta mantener el poder, para acumular riqueza
cuando la gente tiene hambre", destacó André mientras portaba una
pancarta con el slogan "Fuera Cabral, Fuera Papa".
Por su parte, uno de los portavoces de la posición eclesial
fue el obispo paulista Odilo Scherer quien, si bien reconoció que
la Jornada tuvo costos para el gobierno local, dijo que la mayoría
de los mismos estuvieron cubiertos por los peregrinos.
Ayer, cerca de las 21.30, el pequeño grupo intercambió
algunos gritos con parte de los peregrinos de la JMJ, pero la
policía local previno desmanes y mantuvo a ambos sectores
separados.
La situación fue distinta el pasado lunes, cuando luego de la
llegada del Santo Padre se registraron incidentes y detenidos en
las manifestaciones. (Télam).-
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