El HCD de Lanús aprobó el Presupuesto 2014

Por 14 votos afirmativos contra siete negativos, el Concejo Deliberante de Lanús aprobó esta tarde el Presupuesto del ejercicio 2014 por 1087 millones de pesos.

Tras una hora y media de debate, entre la 13:30 y las 15:00, por la  afirmativa optaron Luciana Augustavicius, Héctor Bonfiglio (presidente del cuerpo), Francisco Malvaso, Héctor Montero, Vanesa Orbes, Daniel Píccolo, José Sierra y  Gabriel Sandoval, todos del oficialista Frente para la Victoria.

Esos 8 ediles fueron apoyados por los massistas Cristian Bossio, Gabriel Di Masi, Martín Sosa y Griselda Regueira, junto a los radicales Carlos Folino y Emiliano Bursese.

Por la negativa votaron Susana Arce y Jorge Schiavonne (PRO), Salvador Baratta (17 de Octubre), Heriberto Deibe (La Juan Domingo), Stella Maris García, María La Rosa y Oscar López (GEN).

López fue el primer orador del debate, quien hizo un análisis pormenorizado de varios rubros. Cuestionó, por ejemplo, que en el Presupuesto, los "gastos en barrido y limpieza se lleven el 70 por ciento, cuando el año pasado ese rubro significó el 40 por ciento del presupuesto".

A eso sumó "al rubro derivado a sueldos de los empleados municipales se lleven el 27 por ciento y 18 puntos porcentuales el ítem 'Bienes y Servicios'.

"Y todo eso cuando prevén recaudar un 9 por ciento más, muy por debajo de la inflación, prevista sólo para este año de un 28 por ciento", criticó.

También López acusó que "el procedimiento empleado por el Ejecutivo es antidemocrático, porque el proyecto llegó el 15 de noviembre y no el 31 de octubre, y porque el artcículo 35 prevé 'no ya poderes especiales sino superpoderes' al intendente"

Esto porque ese punto prevé que el Poder Ejecutivo pueda hacer uso del 100 por ciento de los fondos del presupuesto, siendo entonces de libre disponibilidad. "Que alguien me explique por qué esquivan al Legislativo", se enojó López.

También se pronunció en el mismo sentido Stella Maris García, quien cuestionó también varios puntos, para fundamentar su voto por la negativa

Su par Deibe, entre otros puntos, argumetntó que "en personal muncipal se va a gastar el 50 por ciento del Presupuesto, pero no toma en cuenta el 25 por ciento de inflación, ya que no prevé ningún adicional. En consecuencia, para pautarlo sí se aplicó el aumento del costo de vida, pero para pagarlo, no. Van a velocidades distintas.

Baratta subrayó que el artículo 35, el que prevé que el Ejecutivo pueda usar el presupuesto  a su discreción, "está puesto en el proyecto con trampa", ya que explica que el intendente puede
hacer ese uso, autorizado por la ley provincial, pero la redacción del artículo en el presupuesto, según el edil, "omitió decir que lo puede hacer pero con la autorización del Concejo Deliberante".

En defensa del Presupuesto argumentaron Píccolo y Augustavicius.

Píccolo, de extracción sindical, le respondio a Deibe  que "pierdan cuidado los que me precedieron porque vamos a luchar por un aumento de sueldo y el intendente prometió un adicional para fin de año".

Por último, Augustavicius justificó el presupuesto con lo pautado para cuatro secretarías: la de Salud, que recibirá  136 millones de pesos (33% más que el 2013) de Obras e Infraestructura, (89 millones de pesos, casi el 10% del total del presupuesto más el aporte de Nación, con lo que llega a 200 millones); Políticas Sociales (casi 135 millones, según la bonita edil) y Protección Ciudadana (52 millones de pesos).

Durante la votación nominal, despertó algunas risas María La Rosa, que enfatizó su voto separándolo en sílabas, al ser inquirida por Bonfiglio sobre su decisión. "Ne - ga - ti - vooo", disparó la edil, para remarcar su desacuerdo con el Presupuesto. Después, ante igual circunstancia, Píccolo la imitó, pero en su caso enfizando su elección por la afirmativa.

Siguiendo con el momento de color, al ser consultado Schiavonne, éste respondió "no positivo", recordando el histórico voto de Julio Cobos en el Senado de la Nación.

Los votos de La Rosa y Schiavonnne no iban a cambiar la historia, pero al menos, le dieron una sonrisa al final de un caliente debate.