CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

lunes, 22 de julio de 2013

Recomiendan precauciones por monóxido de carbono

El Ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, alertó a la población sobre los riesgos de intoxicación por monóxido de carbono, por lo que recomendó "tomar los recaudos necesarios a la hora de calefaccionar las viviendas". 

Ventilar la casa una vez por día aunque haga frío, dejar 
siempre una puerta o una ventana entreabierta, comprobar que los 
ambientes tengan ventilación hacia el exterior o encender y apagar 
los braseros y estufas a leña siempre fuera de la casa, son algunas 
de las recomendaciones del Ministerio de Salud para aquellos que 
calefaccionen sus casas con algún tipo de llama. 

  Además desde la cartera sanitaria sugirieron "apagar las 
brasas o llamas que calefaccionan la casa antes de dormir; no 
arrojar al fuego encendido dentro de la casa plástico, goma o 
metales -porque desprenden vapores y gases que contaminan el aire-; 
evitar mantener recipientes con agua sobre la estufa y no utilizar 
el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente". 

  Manzur sostuvo que "en estos días de intenso frío en gran 
parte del país, es muy importante que toda la población tome 
conciencia y adopte una serie de precauciones para evitar la 
intoxicación a causa del monóxido de carbono" ante el incremento 
del uso de estufas, calefones, braseros u otros artefactos 
proveedores de calor. 

  "Lo decimos cada vez que hay temperaturas bajas y nunca está 
de más repetirlo: el monóxido de carbono mata", sostuvo el titular 
de la cartera, y agregó que por eso "debemos ser responsables y 
tomar los recaudos adecuados a la hora de calefaccionar las 
viviendas".   

El monóxido de carbono es un gas que no se ve ni tiene olor, 
por lo cual, para evitar cualquier tipo de intoxicación por vías 
respiratorias,"es necesario ventilar los ambientes y dejar siempre 
una puerta y/o ventana entreabierta, para asegurar que no se 
acumule en el aire". 

Además es necesario comprobar que los artefactos a gas que se 
encuentren en el hogar tengan siempre una llama azul y uniforme, 
controlada por un gasista matriculado, puesto que llamas de 
tonalidades amarillas o naranjas y manchas negras en la pared 
pueden significar el mal funcionamiento de los artefactos y como 
consecuencia, acumulación en los ambientes de monóxido de carbono. 

  La intoxicación aguda presenta síntomas inespecíficos como 
cefalea frontal continua, confusión, mareos, náuseas y puede 
continuar con debilidad, alteraciones visuales, arritmias 
cardíacas, convulsiones y coma, e incluso la muerte. 

  Como consecuencia de estos casos, pueden presentarse cuadros 
de deterioro neurológico, trastornos del aprendizaje, marcha y 
habla, entre otros. (Télam).- 

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