CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

domingo, 31 de marzo de 2013

Radicales recordaron a Alfonsín a 4 años de su muerte y 26 del levantamiento carapintada

Hipólito Solari Yrigoyen y Ricardo Alfonsín en el
 homenaje al expresidente
La militancia del radicalismo se reunió hoy en el cementerio de La Recoleta para rendir homenaje al expresidente Raúl Alfonsín, al conmemorarse 4 años de su muerte y 26 del levantamiento carapintada de Semana Santa de 1987, capítulo destacado de la historia reciente que, según pidió Ricardo Alfonsín, tiene que servir para "demostrar que aprendimos del ejemplo" para darle "más vida a la democracia de 
todos". 

  En el marco de una convocatoria espontánea, militantes de la 
UCR y seguidores de Alfonsín se reunieron esta mañana en el 
Cementerio de La Recoleta, donde conmemoraron la figura del 
histórico líder fallecido el 31 de marzo de 2009, y recordaron los 
hechos ocurridos el 30 de marzo de 1987, cuando finalizó el 
levantamiento carapintada durante su presidencia. 

  Al homenaje asistió el hijo del ex presidente y diputado 
nacional Ricardo Alfonsín, quien aseguró que "en un día como hoy, 
tal vez lo que más deberíamos destacar de Raúl Alfonsín, es su 
permanente esfuerzo por el diálogo y la búsqueda de consenso 
esenciales entre los argentinos". 

  Acompañado por Hipólito Solari Yrigoyen, militantes y 
seguidores, Alfonsín llamó a que "la dirigencia política se 
abstenga de incurrir en comportamientos que alejen la posibilidad 
de lograr esfuerzos mancomunados". 

  "Hay que recuperar la ejemplaridad. Solo así resultará 
creíble y fructífera la convocatoria a la solidaridad para avanzar 
en la construcción de una sociedad más justa", expresó. 

  En el acto también se recordaron los hechos ocurridos en la 
Semana Santa de 1987, cuando oficiales del Ejército comandados por 
Aldo Rico, concretaron el levantamiento carapintada al considerar 
que la Ley de Punto Final "no era suficiente". 

  Lo cierto es que Alfonsín, en medio de una democracia que aún 
dejaba ver huellas de la sangrienta dictadura, intentó llevar 
adelante una serie de medidas para contener el descontento en las 
Fuerzas Armadas, que incluyeron en 1986 su intervención personal 
para que el Congreso sancionara la Ley de Punto Final, que imponía 
un plazo de 60 días para procesar a acusados de delitos de lesa 
humanidad. 

  Sin embargo, aquella Ley estaba lejos de conformar y estalló 
la rebelión, aunque millones de argentinos salieron a las calles a 
condenar el hecho y manifestar su apoyo al gobierno constitucional, 
actitud a la que se sumaría hasta la central de trabajadores, con 
un paro de apoyo. 

  Casi sin apoyo de fuerza leales, Alfonsín temió un 
derramamiento de sangre y optó por concurrir el 30 de abril a Campo 
de Mayo y, horas después, formuló el histórico  discurso ante la 
multitud reunida en la Plaza y aquel saludo de "¡Felices Pascuas, 
la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina!", tras dar 
la garantía de que no habría nuevos juicios contra militares por 
violación de derechos humanos, a través de una futura Ley de 
Obediencia Debida. 

  A 26 años de aquel episodio, su hijo Ricardo expresó hoy en 
La Recoleta que "no hay democracia perdurable sin ciudadanos 
democráticos y activos", y reafirmó que "sin participación no hay 
libertad". 

  A la vez, al destacar las enseñanzas de su padre como 
presidente, afirmó que aprendimos "que no hay democracia fuerte sin 
diálogo y que los gobiernos son los primeros responsables de 
hacerlo posible", también que "no hay democracia en serio donde 
reinan la desigualdad y las injusticias, porque sin solidaridad 
social no hay igualdad". 

  En el cierre del acto, los militantes depositaron flores a 
los pies de la tumba de Alfonsín, que falleció hace 4 años a los 82 
años, a consecuencia de un cáncer de pulmón. 

  Su última visita a la Casa Rosada la concretó el 1 de octubre 
de 2008, cuando la presidenta Cristina Kirchner y el ex presidente 
Néstor Kirchner lo recibieron en ocasión de inaugurar su busto en 
la Sala de Presidentes de la Casa Rosada. 

  Aquel día, Cristina pronunció un emotivo discurso frente a 
Alfonsín, quien agradeció sus palabras y tomó el agasajo "a la 
democracia conseguida por todos los argentinos y no a mi persona". 
(Télam).- 

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