CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

sábado, 16 de febrero de 2013

Implican a la Corona española en caso de corrupción


  Madrid, 16 de febrero (Télam, especial).-La Corona española 
se vio implicada hoy en el caso de corrupción contra el Duque de 
Palma, Iñaki Urdangarín, después de que su ex socio declaró que la 
institución supervisaba a la Fundación Nóos, acusada de desviar 
fondos públicos. 

  Diego Torres, ex socio de Urdangarin, aseguró ante la 
justicia que todas las decisiones de Nóos la tomaban “los cinco 
miembros de la Junta Directiva, incluida la Infanta Cristina”, hija 
menor del rey Juan Carlos. 

  Además, ante preguntas del fiscal, que pidió precisiones 
sobre el papel de la monarquía, Torres dijo que “todo lo hacíamos 
con el consentimiento de la Casa Real”. 

  Según el ex socio de Urdangarin, tanto la Infanta Cristina 
como su asesor, Carlos García Revenga, –quien está citado a 
declarar el próximo 23 de febrero- tenían un “papel de control” en 
la Fundación Nóos y eran “tan activos como el resto” de los 
miembros del directorio. 

  Torres explicó también que el conde de Fontao, José Manuel 
Romero Moreno, le pidió que “cubrieran las apariencias” en relación 
con el papel de Urdangarín en Nóos, de acuerdo con la información 
que trascendió a la prensa española. 

  Con la declaración de Torres ante el juez José Castro y la 
Fiscalía Anticorrupción en los tribunales de Palma de Mallorca, 
arrancó la fase final del proceso que mantiene en vilo a la Corona 
española, que estaba bajo sospecha de corrupción pero ahora quedó 
implicada. 

  Desde finales de 2011, la justicia de Palma investiga a 
Urdangarin y Torres por haber desviado a paraísos fiscales millones 
de euro en fondos públicos de los gobiernos balear y valenciano, 
que fueron adjudicados entre 2004 y 2007 al Instituto Nóos, una 
entidad sin fines de lucro, para la organización de 5 eventos 
(Illes Balears Forum y Valencia Summit). 

  De acuerdo con la investigación, los contratos fueron 
otorgados por ambos gobiernos regionales, en manos del derechista 
Partido Popular (PP), sin que mediara concurso ni licitación. 

  Además de malversación de fondos públicos, Urdangarín y 
Torres afrontan otros delitos como falsedad documental y evasión 
fiscal. 

  Durante el interrogatorio de siete horas al que fue sometido, 
Torres presentó nuevos correos electrónicos que comprometen al rey 
y confirmó la celebración de una reunión en el Palacio de la 
Zarzuela de la que participaron Urgangarín, el ex presidente 
valenciano Francisco Camps y la alcaldesa de Valencia, Rita 
Barberá. 

  También sostuvo que el abogado de Urdangarín, Mario Pascual 
Vives, le ofreció a través de su letrado asumir “toda la 
culpabilidad” del caso y le garantizó que no le faltaría “dinero ni 
trabajo”. 

  En uno de los emails Urdangarin confirmaba las gestiones del 
monarca frente a Camps para un patrocinio, y en otro quedan 
reflejadas las gestiones de la princesa Corinna Zu 
Sayn-Wittgenstein, conocida como la amante del rey, para incluir a 
Urdangarin en la Fundación Laureus con un “buen sueldo”, según la 
prensa española. 

   El juez Casto, quien el pasado 30 de enero impuso a los 
acusados una fianza de 8,1 millones de euros –que no fue pagada y 
será garantizada con bienes-, argumentó que los contratos firmados 
por la Fundación Nóos, con los gobiernos de Islas Baleares y 
Valencia, “son fruto de una actividad delictiva premeditada”. 

  Según el magistrado, “la única finalidad perseguida” con la 
creación del Instituto Nóos era “contar con la cobertura de una 
asociación que formalmente no perseguía ánimo de lucro” para 
“acceder a fondos públicos a través de convenios”. 

  Urdangarín y Torres crearon el Instituto Nóos en 2003 y poco 
después comenzaron a utilizar la posición del yerno del rey para 
lograr contratos públicos millonarios.  De acuerdo con la 
investigación, los dos ex socios se pusieron de acuerdo para 
utilizar la “influencia” de Urdangarín “derivada de su parentesco 
con la Casa real”. 

  A pesar de que parte de los fondos públicos apropiados por 
Nóos fueron desviados a la empresa Aizoon, que Urdangarín comparte 
al 50% con la hija menor del rey Juan Carlos, el juez rechazó en 
marzo imputar a la infanta Cristina. 

  En su primera declaración ante la justicia, Urdangarín 
atribuyó a su ex socio la responsabilidad sobre las empresas 
investigadas, lo que desencadenó una “guerra” entre ambos que aún 
no terminado y puede tener dimensiones inesperadas. 
 
 A principios del año pasado, Torres amenazó con hacer 
públicos “200 emails comprometedores” con los que “se cargaría a la 
monarquía”, ya que, entre otras cosas, revelarían que el rey y la 
infanta Cristina fueron mediadores en los negocios de Urdangarin. 
Está cumpliendo, los últimos involucraron al secretario de las 
infantas, quien declarará el mismo día que Urdangarín. 
  
La Corona intentó desvincularse del caso pero ahora está más 
comprometida que nunca.  Mientras aumenta el escándalo de 
corrupción, en la España castigada por la crisis y con uno de cada 
cuatro trabajadores desempleados, crecen también las voces críticas 
con la monarquía y a favor de que el rey Juan Carlos abdique a 
favor de su hijo Felipe, Príncipe de Asturias. (Télam) 
  

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