EDICIÓN IMPRESA. INFORMÁTICA. Lo más seguro son las claves seguras

LUIS A. ÁLVAREZ.

En la actualidad, el uso creciente de los múltiples servicios que hay en Internet nos lleva a la necesidad de poseer numerosas cuentas con diversos nombres de usuario y contraseña.

Para evitar la filtración de datos personales y privados, es fundamental que la clave sea fuerte y compleja, con el objetivo de que no pueda ser descifrada fácilmente.

Cuando una clave de acceso es vulnerable, el usuario se encuentra expuesto a que alguien pueda acceder a su nombre completo, fecha de nacimiento, archivos, mensajes y conversaciones privadas, número de teléfono, saldos y números de cuentas bancarias, fotografías personales, preferencias particulares, gustos, lugares que frecuenta, datos de familiares o amigos, etc.

Aunque es dificultoso recordar una contraseña extensa, se recomiendan por lo menos 12 caracteres que contengan mayúsculas, minúsculas, símbolos e incluso números.

Se deben evitar palabras que figuren en el diccionario como casa123, familia245 o similares, ya que pueden ser reconocidas por programas de hackeo que utilizan dichos diccionarios para los ataques.

Un consejo importante para crear las contraseñas es que no se debe utilizar información personal que pueda ser averiguada por personas cercanas o que tengan acceso a ciertos datos privados.

Es muy frecuente usar las fechas importantes propias o de familiares, número de DNI, teléfono, dirección o poner el propio nombre como clave, etc. Esto definitivamente no es para nada conveniente y debe ser descartado plenamente.

Mediante la llamada «ingeniería social» muchas veces se consigue acceder a cuentas usando información proporcionada por la persona, o averiguando ciertos datos personales que cualquiera puede obtener desde Internet. Así que conviene desechar claves con estos datos.

Hay estudios que dicen que el 90 por ciento de los usuarios utilizan la misma clave en diferentes servicios, por lo tanto se recomienda no reutilizar contraseñas, ya que quien accede a una de ellas, puede también intentar un ataque al resto de los accesos.

También existe el peligro ocasionado por la vulnerabilidad en algún servicio que provoque una filtración de claves y de esta forma el usuario quedaría expuesto a cualquier ataque.

Si se usa la misma clave en todos los sitios, no sería extraño ni complicado que alguien con malas 
intenciones comprobase si en los principales servicios (Facebook, Gmail, Twitter, bancos, etc.) se está utilizando la misma contraseña.

Ante la menor duda de que alguien pueda haber visto la contraseña, que pueda haber sido interceptada o comprometida de alguna manera, se debe proceder a cambiarla por otra igual o más robusta. Cabe destacar también que no conveniente guardar las claves en papel, en un fichero en la computadora, etc.

También se debe mantener actualizada y segura la información de recuperación de las cuentas. Por ejemplo, algunos servicios permiten añadir una dirección de correo electrónico alternativa en caso de perder la clave. Es fundamental que esté actualizada y tengamos acceso a esa cuenta.
Es de suma importancia la típica pregunta de seguridad que añaden algunas webs como medida adicional para recuperar la clave. Se recomienda en este caso no facilitar la información real, ya que alguien podría llegar a averiguar este dato y por muy compleja que sea la clave, podría ingresar fácilmente.

Hay que tomar precauciones al utilizar nuestras claves en equipos desconocidos o públicos (como en un cibercafé, en una computadora compartida, etc.), ya que podrían tener programas espía, malware o keyloggers (programas que registran lo que el usuario teclea). Incluso no se deberían introducir las contraseñas utilizando conexiones Wi-Fi abiertas o poco seguras por regla general.

Es muy recomendable, si el servicio lo permite, utilizar la verificación en dos pasos. De esta manera, no solo hay que introducir la contraseña, sino que hay otra fase adicional (envío de un SMS, generación de un código, etc.) que refuerza la seguridad del proceso.

Hoy en día, además de los bancos (que suelen proporcionar una tarjeta de coordenadas para firmar las operaciones realizadas a través de banca online) muchas páginas como Twitter, Google, Facebook, etc. tienen la opción de activar la verificación en dos pasos, reforzando la seguridad de la cuenta y, con ella, de nuestra información y privacidad.
Mientras más nueva sea la versión del navegador y sistema operativo, menor es la posibilidad de que sean infectados.

Se debe desconfiar, no se deben entregar datos sensibles a páginas desconocidas o sospechosas. Esta es una de las formas más comunes en robo de contraseñas hoy en día.
Se debe realizar un escaneo permanente del equipo con un antivirus oficial. Esto permitirá saber con seguridad si existe alguna amenaza a la computadora o smartphone.

Al finalizar el uso de una computadora pública o que esté al alcance de desconocidos se deben eliminar los datos personales, borrar el historial del buscador o el de YouTube.

Si se utiliza una computadora pública, se debe navegar en el modo incógnito de Chrome.

Las páginas emergentes sirven para enviar virus. No darle atención si es que una de estas advierte que el equipo tiene un virus.

Cuidado con el uso compartido de archivos. No se deben bajar archivos sospechosos. Se hacen pasar por programas o películas y muchas veces contienen virus.