En la conferencia de prensa de hoy en La Plata, en la que anunció un premio de 1000 pesos para los docentes que no pararon, sumas "a cuenta de aumentos" a todos los maestros y una nueva convocatoria al diálogo a los gremios docentes, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tras hacer un raconto del conflicto, pidió a "aquellos dirigentes gremiales que no tienen buena fe" de que "digan de qué partido son, que digan si son kirchneristas".
"En diciembre, nuestro gobierno firmó un acuerdo paritario con más de 20 gremios, (que representan a más de 200 mil trabajadores de la Provincia), equivalente a un aumento que fuera igual a la inflación de 2017, desde algo con lo que la Provincia podía cumplir; recordemos que hace poco más de un año, cuando llegamos, no estaba la plata para pagar ni los sueldos ni los aguinaldos de los trabajadores de la Provincia.
En febrero, con la misma buena fe, convocamos un mes antes de que empezaran las clases, a los dirigentes gremiales docentes para hacerles la misma propuesta, pero 10 días antes de empezar las clases anunciaron dos días de paro para el inicio del ciclo lectivo.
Aún con el paro declarado, el gobierno siguió reuniéndose, y haciendo en cada reunión otra oferta que contemplara los pedidos de los gremios.
Pidieron que el 18 por ciento no fuera el aumento salarial, sino la inflación, y nos comprometimos y le prometimos por escrito a aumentar de acuerdo a la inflación fuera la que fuera, según el Indec.
Nos pidieron un reconocimiento por el 2016. Recortamos partidas presupuestarias de la Provincia destinadas a necesidades básicas, por 1000 millones de pesos. y les ofrecimos ese reconocimiento.
Nos pidieron que cambiáramos las cuotas y la manera de pagar el aumento salarial adelantando fondos, para que estos fondos llegaran antes que la inflación del Indec, y aceptamos.
Aún así, ante cada propuesta, recibimos anuncios de paro.
Incluso el viernes anterior a que comiencen las clases, les pedimos a los dirigentes gremiales que aceptaran una suma a cuenta de adelanto del acuerdo al que pudiéramos llegar, así seguíamos dialogando ese fin de semana y el lunes con los chicos en las aulas. Y anunciaron más paros. Ante cada propuesta la respuesta siempre fue el anuncio de más paros.
No somos ingenuos; sabemos que para dialogar hacen falta dos partes, Pero aún en este contexto, convocamos a la concilación obligatoria para sostener a los chicos en las aulas, una facultad que el ministro de Trabajo (Marcelo Villegas) de la Provincia tiene por ley. (Los gremios) objetaron esa facultad en la justicia, y un fallo de cámara de segunda instancia le dio la razón a nuestro gobierno.
Aún así, con reuniones convocadas,con la obligación de no convocar a más paros por 15 días, siguiernon anunciando paros, siguieronsin venir a las reuniones que convocamos en ese período de conciliación entre el sábado y el miércoles que pasó, anunciando nuevos paros sin respetar ni la ley ni un fallo judicial que está vigente, que tiene plena vigencia.
Como les decía, para dialogar sabemos que hacen falta dos partes, además, dos partes que hablen de lo mismo. Quiero decirlo con todas las letras: no hay vocación de diálogo en algunos dirigentes gremiales, lo que hay es vocación de conflicto. Hace semanas que dejaron de dialogar y de hablar de salario docente.Y la vocación es por un conflicto que se extienda el mayor tiempo posible.
Y ahí sí que tenemos dos visiones muy distintas. Yo creo que este conflicto que se extienda lo más posible en el tiempo tiene dos perjudicados: primero, los chicos y sus familias, que se quedan sin la posibilidad de ir a la escuela. Segundo, los docentes, que a diferencia de los trabajadores estatales que sí acordaron su paritaria para este año, desde el mes de enero no cobran un aumento salarial porque no hay un acuerdo paritario.
Algunos dirigentes gremiales pueden pensar que los perjudicados somos el Presidente de la Nación o yo, pero no es así: los perjudicados son los chicos y los docentes.
Por eso, para poder negociar, dialogar, ponernos de acuerdo, no hace falta que seamos del mismo partido político, que coincidamos en cuál es el punto del acuerdo paritario, pero sí hace falta que coincidamos en cuatro valores que para este gobierno son básicos: Los chicos tienen que estar en el aula, los maestros no pueden estar esperando, las leyes y los fallos judiciales, digan lo que digan, son para ser cumplidos, sobre todo si estamos hablando de educación pública. Y finalmente, los intereses partidarios, políticos o personales tiene que estar afuera de la mesa.
Quiero decirles a todos los bonaerenses que pongo todas las cartas sobre la mesa, y decirles cuál va a ser mi actitud personal frente a este conflicto: yo no voy a especular, yo no soy candidata, no estoy trabajando por futuras candidaturas, y mi único interés, mi única razón por la que estoy acá son los chicos de la provincia y sus familias.
No me importa si pierdo una elección por esta discusión. Soy de Cambiemos, no soy candidata y no me importa mi futuro cargo público. Me importa este debate y darlo en profundidad, porque sé que para eso, cuando millones de bonaerenses votaron el cambio, votaron esta discusión. Vamos a darla, siempre con vocación de diálogo. y con los valores que puse sobre la mesa y siempre con la vocación de llegar a un acuerdo.
Me consta que hay muchos dirigentes gremiales que tienen buena fe, y desde esa buena fe solo dan una discusión slaarial, pero hay otros que no la tienen que han demostrado que solo quieren el conflicto. A esos, los que les pido, es que sean tan honestos sobre la meda como yo y diga de qué partido son, a qué elección gremial o política quieren presentarse, y cuáles son sus intereses.
Demos un debate abierto de cara a la sociedad sobre la educación pública.
Mi equipo los espera mañana, a las 17 horas, en esta ciudad, para poder lograr un acuerdo que nos permita que los chicos estén en el aula y que los docentes ganen el mejor salario posible que les podamos pagar.
"A mí me parece que es hora que esos dirigentes gremiales se sinceren, que digan si son kirchneristas, y que digan si en esta negociación hay algún interés que supere la discusión del salario docente.