El tiro de Luis García que se convertirá en el segundo tanto del Atlético en el clásico frente al Real Madrid en el Vicente Calderón (Néstor Sierra Fernández) |
Desde el año pasado tenía el paquete turístico para cumplir mi sueño: conocer Madrid en particular y España en general, en un viaje que también me llevó a Italia y Francia. El 1 de marzo era la fecha programada para arrancar el tour.
Sali de Ezeiza con un atraso del vuelo de Aerolíneas a las 2:30 de la mañana de ese mismo dia, por lo que llegué, tras 13 horas de vuelo, a las 18.30 de la capital española. Esa noche conocí el Palacio de Justicia, la Plaza Mayor con sus restaurantes de las típicas "tapas" y la Puerta del Sol, plasmada de jóvenes, con su "jaleo" (joda pura, bah).
Con el tour, a la mañana siguiente fuimos a conocer Toledo, donde se pisa la historia literalmente. Luego, tras el almuerzo, tarde libre en Madrid, que aproveché para ir a cubrir al Atlético del Cholo Simeone en el Vicente Calderón, nada menos que ante el Real Madrid.
Allí fuimos caminando por la larguísima avenida Antonio López que desemboca en el Río Manzanares, a cuya vera está el monumental Vicente Calderón. En una de las más de 40 puertas de entrada, entre la muchedumbre que comía y tomaba cerveza, en medio de los puestos de merchandising rojiblanco, un grupo de trabajadores de la Coca Cola protestaba por el cierre de la planta de la firma yanki en Madrid.
Presento mi entrada impresa por mi compu desde hacía un mes, un hombre la acerca al lector del molinete y me dice "pues adelante, señor". Al llegar a la platea, (faltaba una hora para el comienzo del clásico madrileño) apenas había un 30 por ciento de espectadores. Me sorprendió el tamaño de la cancha, que si bien no es reducida, la de Lanús nada tiene que envidiarle en tamaño. Todas plateas, que en media hora se llenaron por completo.
Comienza el partido. 5 minutos, centro del Di María y cabezazo de Benzemá. Gol del Real. Estadiio enmudecido. Pero desde ahí, a lo Cholo, el Atlético comiéndole los talones al medio campo de los blancos y goles de Luis García, el últmo un golazo.
En el entretiempo, hablando con un plateista, le comento que había ido porque simpatizaba con el Atlético y por el Cholo "porque dirigió a mi equipo, que es Racing" "-Ah, tú eres del Racing de Avellaneda, tío, bieeeen, hombreeee", me dijo el otro plateísta. Porque es el equipo del Cholo, en definitiva.
Segundo tiempo: a los 20 minutos Ronaldo simula una falta: "Ese portugué', que hijo de puta e'" rugió el estadio. Hasta que a los 40, el "portugué'" empató con tiro al segundo palo.
La tarde nublada de Madrid se convertía en nochecita y el viento frío comenzaba a colarse por entre la bufanda del Cholo que me había comprado. El empate ya era una realidad. El Atlético no le había podido ganar al Real, pero seguía puntero y ya se podía adivinar este final: campeón. Campeón del torneo cuyo clásico madrileño estuvo cubierto, desde el mismísmo Vicente Calderón por PUNTO SUR. Y eso, para este periódico, no es poca cosa. ¿Le habremos dado suerte al Cholo Simeone?