Por Andrea Vartanian
Una de las grandes satisfacciones que tiene el ser humano en su vida cotidiana, es la gran seguridad de contar con amigos. Con el paso del tiempo, la amistad se fortalece sin darnos cuenta, surgen gustos e intereses en común, se comparten preocupaciones, alegrías, tristezas, y prevalece la seguridad de contar con un apoyo incondicional.
El tener y rodearse frecuentemente de amigos hace a una mejor calidad de vida y a la vez nos hace mejores como personas, porque aprendemos, al interactuar, a ser amables, a tener empatía hacia el otro, a escuchar y ofrecer un consejo, mostrar incondicionalidad y lealtad, ver que somos por naturaleza seres sociables y esto también ayuda a bajar la vanidad y el egoísmo. Por eso es tan importante inculcarles a los chicos el valor de la amistad, que aprendan desde chicos a querer ser mejores personas.
Como toda relación duradera es necesario, para mantenerla, estar en contacto con la otra persona compartiendo sus alegrías y tristezas, preguntar por su salud, estar atento a las necesidades del otro, ofrecer ayuda y también generar proyectos en común, que no necesariamente deba ser de índole laboral sino puede ser proyectar un viaje, colaborar juntos en algún evento, por ejemplo. Y no necesariamente debe haber presencia física. Muchas veces tenemos amigos a la distancia, ya sea porque la vida nos ha llevado por distintos caminos y hoy en día no vivimos en la misma ciudad o país, pero eso no impide que continúe o se forme una amistad. Hoy en día las redes sociales nos lleva a conocer muchas personas con nuestros mismos principios, valores o intereses que hacen que podamos sentirnos incluidos en sociedad. Además contamos con muchas maneras de comunicarnos y contactarnos, ya sea vía telefónica, mensajes de texto, mails, etc.
También es importante para mantener una relación sana y franca el ser sincero. El tener amigos hace que podamos tener confianza con la otra persona, el poder contarle nuestras cosas sin sentir prejuicios desde la otra persona. Claro que a veces hay casos en donde estos valores como la sinceridad o confianza pueden sufrir quiebres. Por eso es tan importante, como en toda relación, mantener una buena comunicación y transmitir los sentimientos. Debemos ser libres de expresión, manteniendo obviamente la cordura, para poder llevar una verdadera amistad.
En estos tiempos que corren es muy importante para nuestro crecimiento espiritual el poder compartir momentos con amigos, hace que nuestros días fluyan con mayor alegría, sentirnos queridos, escuchados, contenidos y sobre todo el poder dar y expresar. Por eso también es importante para la vida de todos quitar los prejuicios y susceptibilidades que llevamos dentro debido a las falsas creencias que nos inculcaban en otros tiempos y poder encontrar momentos donde compartir largas charlas, risas, abrazos y todo lo que queremos con esa persona por la cual sentimos empatía.
También hay que aprender a ser flexibles y a aceptar los gustos y creencias del otro. Aceptar que también nuestro amigo pueda interactuar con otras amistades sin pretender exclusividad. El mostrar respeto es parte fundamental de una amistad y de la convivencia en sociedad. Cada persona por ser naturalmente diferente aporta definitivamente algo distinto en la vida de los demás, en eso consiste el enriquecimiento personal y el cultivo de amistades.
También es importante aprender a diferenciar un amigo de una persona interesada. Los amigos son personas que brindan su ayuda sin condición, sin esperar devolución de favor y sin aparecer solamente cuando necesitan algo. La amistad debe ser desinteresada.
Los valores, nos ayudan enormemente a encontrar nuevos amigos sinceros, y mejores amistades, porque nuestra actitud es franca y a la vez abierta para todas las personas. Ser un "mejor amigo" no es un objetivo para buscar el reconocimiento o alimentar nuestra vanidad humana, es simplemente una forma de elevar la calidad de las relaciones humanas.
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