Espiritualidad. La ira y sus consecuencias

Por Andrea Vartanián.


La ira es un sentimiento que mezcla bronca, odio, malestar acumulado, entre otros. Muchas veces las  causa son el sentirnos lastimados, defraudados o por fracasos propios entre otras.

 Nos pasa mayormente con las personas más allegadas y nos puede transformar en personas, para los demás y para nosotros mismos, con actitudes poco deseadas. Pasa que este sentimiento que llevamos nos causa irritabilidad y mal humor, y estamos con la mecha de la bomba preparada para detonar en cualquier momento.

Tenemos que asumir que reteniendo este sentimiento, que es legítimo, pero tóxico, sólo conseguimos enfermarnos, y podemos pasar muchos años así.

Si no se controla bien, puede convertirse en un problema físico y psicológico. Se ha comprobado que daña el sistema circulatorio, acelera la respiración, eleva la presión arterial y tensa la musculatura corporal, además dificulta el sueño y perturba la alimentación y digestión.

Con todos estos detalles que mejor idea que tomar la iniciativa de mejorar nuestra calidad de vida. Acaso solucionamos lo que ya pasó con la ira? Obviamente que no. Sí necesitamos expresarnos para ir liberando las tensiones. Para ello hay algunos consejos:

*Desahogarse llorando: el llanto ayuda a calmarnos y nos va purificando de a poco.

*Tratar de entender a las otras personas, ver las cosas desde otro punto y ver que necesitamos aprender de esos episodios que nos llevaron a ese sentimiento. En esto, nos ayudaría muchísimo tomar terapia con un
profesional.

*Cambiar el entorno, realizar caminata, algún deporte, cantar y todo lo que sea expresión, eso nos va a servir como desahogo y provocarnos liberación de malestares.
Abramos nuestras mentes a pensamientos y sentimientos positivos para así mejorar nuestra calidad de vida, así nuestro cuerpo responde de la mejor manera y nos convertimos en mejores personas. Nadie dijo que fuera fácil, puede llevarnos mucho tiempo, pero no hay que caer en la comodidad de no hacer nada al respecto para vivir mejor. ¡Vamos que podemos!