EDICIÒN IMPRESA. Los abuelos. la sabiduría olvidada.

Por Andrea Vartanián.

Viendo los  saludos en Facebook conmemorando el “Día de los Abuelos” (Día de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús),  me vinieron a la mente muchas situaciones que me cuesta entender. Montones de veces veo nietos que no se toman un mínimo de tiempo en disfrutar de sus abuelos. Para nosotros, los que no poseemos la dicha de tenerlos, es doloroso ver la desatención hacia las personas mayores de la familia.

Hay personas que no toman conciencia de los momentos de charla y distensión que se puede lograr junto a ellos, nuestros mayores.

Los abuelos son personas que, por más que no sean jóvenes, poseen mucha sabiduría y son esas mismas experiencias las que nos lleva a aprender mucho y hay que aprovecharlas.

En charlas con ellos y hablando de sus vidas, además, podremos aprender más sobre nuestra identidad. Esta identidad se refiere a saber quién soy, a quién me parezco y el lugar que ocupo en mi familia. Pero sobre todo, nos dan un sentido de pertenencia, porque saber que uno es parte de algo, ayuda a hacer sentir    qué tan importante se es para los demás.

Además ellos suelen sentirse inútiles debido a sus limitaciones físicas.  Crear empatía con ellos, interesarse por sus gustos, hacerles preguntas, pasear con ellos, hacerlos reír, etc ; son cosas que no solo los ayudará sino que nos enriquecerá como personas.

No nos olvidemos que nosotros  también pasaremos por esa etapa donde padeceremos los mismos malestares que ellos.  Para el abuelo que lucha contra alguna enfermedad o depresión, el mantener contacto con sus nietos le ayudará no sólo a sentirse mejor, por la alegría que proporcionan los nietos y la distracción de sus problemas, sino que también se sentirá de gran utilidad en su papel dentro de la familia.

Aprender a valorar y respetar a los abuelos es el mejor inicio para lograr una convivencia familiar más plena, llena de generosidad, amistad y amor entre las personas que la conforman.

Un dato importante: La Iglesia prestó siempre una atención especial a los abuelos, reconociendo que constituyen una gran riqueza humana y social como también desde el punto de vista religioso y espiritual.
Muchas veces el Papa Francisco recordó la importancia de las personas mayores, como cuando dijo que “el cuidado que se da a los ancianos es un indicador de la calidad de una comunidad”. Cuando los ancianos son echados fuera, cuando son aislados y a veces se desvanecen por la falta de cuidado, es un signo terrible”.