CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

miércoles, 17 de mayo de 2017

EDICIÓN IMPRESA. Espiritualidad: La leyenda de dos lobos: la batalla inerna.

Por ANDREA VARTANIÁN.

Una mañana un anciano indio Cherokee le contó a su nieto una breve enseñanza acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.

Dijo: “Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros.”

“Uno es Malvado – Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego...”

“El otro es Bueno – Es alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.”

El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo: “¿Qué lobo gana?”

El anciano indio respondió, “Aquél al que tú alimentes.”

Esta leyenda nos sirve para reflexionar a que lobo nos parecemos, ver con cual nos identificamos, cual sentimos que nos representa. Y asi decidir que lobo alimentar, y eso es lo más importante que nos pueda suceder: Saber quien somos verdaderamente y actuar en consecuencia a eso. Saber nuestro verdadero ser, y sacar la mejor versión de nosotros mismos.

Muchas veces hemos sentido odio, quizás por esas personas que disfrutan tanto sin dolor alguno cuando hacen daño, o cuando sufrimos alguna injusticia hacia nosotros o a un ser querido. Pero el odio nos desgasta y no le hace daño al enemigo. Es como tomarse un veneno deseando que muera ese enemigo. Todos hemos luchado con estos sentimientos muchas veces.

Cada día de nuestra vida, en diferentes situaciones, tendremos el poder de decidir. Saber que si alimentamos “el lobo malo” tendremos ira, rabia y rencor, que son sentimientos claramente negativos, sentimientos que nos queman por dentro y traen consecuencias negativas. Son sentimientos que todos tenemos dentro y que se pueden manifestar en cualquier momento, saberlos dominar es necesario para nuestra salud física y espiritual.

Si alimentamos el “lobo bueno” fomentaremos el amor en nuestro interior, se generará un ambiente cálido que atraerá solo cosas buenas, tendremos un alrededor más propicio, además para una buena salud, ya que será una mejor vida.

Debemos aprender a convivir con todos nuestros sentimientos, sin reprimirlos ni ignorarlos, ya que hacerlo significa renunciar a una parte de nosotros y esa renuncia nos pasará factura a largo plazo. Es nuestra obligación saber controlar todos los sentimientos, conocernos a nosotros mismos para sacar la parte positiva de cada uno de ellos.

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