Avizoran un buen panorama para el año que viene los sectores de la construcción, vehículos e informática, pero hay desesperanza en comestibles.
Representantes de Oomac (Informática): «En los planes está incorporar jóvenes en 2017». |
Carina Müller (Turimar): «Este año, las ventas de alfajores bajaron un 18%». |
NÉSTOR SIERRA FERNÁNDEZ
La Expo Lanús, que engalanó el predio «Abremate» de la Universidad local, aglutinó entre el viernes 18 y el domingo 20 de septiembre a expositores de empresas de los más diversos rubros, tanto del distrito como de otras localidades e incluso provincias (como una compañía de seguros con sede en Santa Fe).
Así, se mostraron en sus stands rubros como comestibles, construcción, metalúrgicos, sanitarios, informática, automotrices y hasta una empresa de termotanques solares, al que el intendente Néstor Grindetti le encargó una unidad a instalar en el edificio comunal, tal cual le confirmó a este medio.
Obviamente, las declaraciones de los funcionarios municipales fueron muy auspiciosas en cuanto a la economía en 2017. Incluso, el secretario de Desarrollo Económico de Lanús, Oscar Jofré, dijo que la exposición le permitía vislumbrar «una lucecita al final del túnel».
PUNTO SUR consultó para este informe a diferentes expositores y encontró un panorama de expectativas diferentes entre los empresarios, sobre todo del rubro comestibles, que se hundieron este año y son muy cautelosos a la hora de esperar un buen 2017.
Las preguntas, comunes a los empresarios consultados, fueron: 1) ¿Cómo fue la actividad en 2016? 2) ¿Qué expectativas tienen para el año que viene? y 3) ¿Tomarían trabajadores en 2017?
Uno de los rubros con caras largas es el panaderil. El comerciante Rosendo Arocha le confió a este periodista que «tenemos esperanzas de que, de a poco, vaya cambiando el panorama, porque está duro».
Por lo tanto, «no tomaría gente porque ya tengo el personal justo», confió Arocha, quien graficó la dura realidad: «la actividad bajó mucho desde que empezó este gobierno, lo que sumado al calor, no nos ayuda».
Su colega Marta Collman, propietaria de una panadería - confitería en Villa Industriales, en Lanús Oeste, sumó la influencia de los hipermercados como contribución al gris escenario en la baja de ventas de esta actividad: «El cambio de costumbre de la gente también influyó mucho, porque va al supermercado, compra el pan y lo tiene guardado, no es más como antes que la mamá esperaba en la casa con la comida preparada para el marido y los hijos. Hoy en la familia trabajan la mujer y el hombre, entonces el que llega a la casa se arregla con lo que tiene en el freezer o una galletita, y nos va dejando de lado».
Por ese motivo «hoy tenemos clientes que vienen dos veces por semana cuando antes venían todos los días», agregó la pequeña empresaria.
A ese panorama, Collman le sumó la influencia de la baja de ventas por la ituación económica del país. «Ahora se nota mucho que bajó el consumo de lo caro; en mi panadería renovábamos los bombones seguido y ahora ya no, se compra lo esencial» y estimó que «las ventas nos bajaron el 50 por ciento desde diciembre», es decir, durante todo 2016.
Pero un sector que le fue bien y tiene muy buenas expectativas es el de los vehículos. Por ejemplo, un colorido porvenir pintó la representate de la firma Moto Centro, que sólo se identificó como Ana.
«La expectativa que tenemos de esta Expo es que la gente nos conozca más, porque a pesar de estar ubicados céntricamente en la avenida 9 de Julio, en Lanús Este, no somos muy conocidos, y esperamos que aquí conozcan la calidad, las motos que vendemos, el servicio».
«En Lanús hace unos dos años que tenemos el local, y 30 que estamos en el rubro», explicó la chica, para quien «este fue un año raro, ya que empezó con bajas ventas, pero están repuntando desde agosto, y al incremento de las ventas ayuda que viene el verano, que es cuando aumentan habitualmente».
«Mis expectativas para el año que viene son positivas, ya que esperamos que las ventas continúen incrementándose», agregó Ana. Es más, gracias a ese mejoramiento en las transacciones de motos, la muchacha confió a este periodista «que la empresa va tomar gente el año que viene, ya que ya se está incorporando personal».
Similar escenario dibujó Alberto (su apellido decidió mantenerlo en la incógnita), el representante de una concesionaria de la automotriz japonesa Nissan. Destacó que la firma «en este momento está en expansión, en una etapa de posicionar al producto en el mercado argentino, y las ventas aumentan mes a mes».
Tras subrayar que «la cantidad de compras de automóviles de esa marca aumentó este año», el representante confió que «Nissan tiene proyectado duplicar en 2017 las ventas de este año, así que las expectativas son muy buenas».
Otro rubro que creció (y continuará haciéndolo) es el de la construcción y sus derivados, y no solo la obra pública, sino las casas y departamentos. Al menos, así confió la persona a cargo del stand de Sanitarios Roca, bajo la condición de la estricta reserva de su nombre. «Este fue un año de transición también en la construcción, actividad de la que dependemos. Como toda transición, esperamos que el año que viene sea un punto de inflexión, porque ya estamos notando un cambio en este fin de 2016 y esperamos que el 2017 sea mucho mejor».
«Por eso -adelantó- estamos ampliando nuestra planta de producción, y con todo el equipo comercial nos preparamos para ese incremento de ventas».
Al unísono con ese optimismo, el hombre contó que la firma «incorporará trabajadores; nosotros tenemos una planta de 11 hectáreas y se va a ampliar» en capacidad y producción.
Otro sector que transita el sendero de la bonanza económica es el de la informática. Por ejemplo, así lo expresaron Maximiliano y María de los Ángeles, bonita rubia ella, ambos representantes de la firma Oomac (Seguridad de informática para empresas, digitalización de la información).
«Las expectativas son muy grandes, la tecnología se desarrolla constantemente y las empresas la requieren cada vez más», explicó el hombre. «En consecuencia, estimamos que el 2017 va a ser un año muy bueno».
«Está en los planes de la empresa incorporar gente joven -reveló María de los Ángeles- para poder capacitarla y formarla cuando recién terminan de estudiar, que “entren a la cancha” y comiencen a formarse directamente en el campo laboral».
Pero el límpido cielo de las mejoras de la actividad económica vuelve a nublarse al volver al rubro comestibles a través de la cara máxima de la tradicional empresa «Turimar», tìpica pyme familiar establecida en Lomas de Zamora hace 35 años. Es conocida por elaboración de alfajores, pero en 2007 decidieron sumarle la fabricación de galletitas, «de las que en este momento tenemos 13 variedades de muy buena calidad a un precio accesible», se promociona la directora de Turimar, Carina Müller, aprovechando la entrevista de PUNTO SUR.
«Para nosotros, que hacemos alfajores y galletitas para un segmento bastante económico del mercado, el 2016 fue bastante duro» nos confiesa Müller. «Las ventas de alfajores nos bajaron un 18 por ciento este año; las galletitas no tanto, pues la mantuvimos a flote a fuerza de promociones durante todo el año, lo cual significa que perdimos rentabilidad porque estamos apoyando mucho al producto en el mercado».
La ecuación es simple: lo que explica Carina es que, lisa y llanamente, gran parte de la poca ganancia que tuvo Turimar debió ser destinada a promocionar las galletitas.
Con respecto al personal, Múller contó que durante 2016 no despidieron personal, pero tampoco tomaron.
«Como somos una pyme familiar, no despedimos gente ni suspendimos, pero otros años contratábamos algún personal eventual de agencia, y este año no lo haremos. Tenemos 2 o 3 empleados que se jubilaron y no los reemplazamos, lo que para nosotros es una alerta de que la situación está más dura que otros años»
¿Por qué? «Porque en 2014 y 2015, con la inflación que había también veníamos peleando la situación pero como había consumo, sobre todo de los sectores populares, eso nos beneficiaba», explica la directiva de Turimar, con un rostro donde se dibuja la desesperanza.
«Hoy se nota que ese público popular que consume nuestros productos no está teniendo dinero en el bolsillo».
Con respecto a qué espera de la actividad para 2017, Müller dejó traslucir una muy tenue luz de esperanza: «Estamos expectantes de que se cumpla lo que dicen muchos economistas, que el año que viene, al ser electoral, no se va a disparar el dólar y va a haber más plata en el mercado. Esperemos que todo eso llegue a distribuirse equitativamente a todo el público».
«No solo no tenemos pensado tomar gente en 2017, sino que estamos tratando de mantener la plantilla de trabajadores que tenemos, y en ese sentido, supongo que el año que viene va a ser parecido a este», concluye la señora que capitanea la pyme alfajorera.
Además de un termotanque solar para el Municipio que pidió Grindetti, la Expo Lanús dejó, ni más ni menos, un calco de la real situación económica del país al comenzar el epílogo del 2016: sectores algo más acomodados que construyen y compran autos y aseguran los archivos de su empresa, y los sectores populares que consumen menos y parecen comer lo indispensable. Pero con luces y sombras, a todos los une la esperanza, mucha en algunos y poca en otros, de que el 2017 será mejor que en 2016. Como le copió el secretario Jofré, a la vicepresidenta Gabriela Michetti, los empresarios quieren ver «la lucecita al final del túnel».
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