CONCEJO DELIBERANTE DE LANÚS

sábado, 17 de agosto de 2013

Ser libres

Por Andrea Vartanian.

El ser humano es de por si, un ser muy complejo, y más sabiendo que mayormente todo lo vemos más complicado o lo hacemos más complicado de lo que es.

Nos cuesta mucho ser personas libres, libres de malos pensamientos, libres de prejuicios, libres de resentimientos, libres con propias ideas y elecciones.

Muchas veces recaemos en consultar todo, y ver qué piensa el otro y así, comenzar a  actuar.

Muchas situaciones tales como ir a realizar una compra de ropa y dejarnos llevar por los comentarios de la vendedora o una amiga que nos dice “llevalo, es lo que se usa, te queda re bien!” y en realidad sólo sentimos que estamos incómodas y sabemos que después no lo vamos a usar.

Otras situaciones puede ser al “dejarnos llenar la cabeza” con frases tales como: “¡No te cases, te vas a arruinar la vida!”, “Los hombres/mujeres son todos/as iguales, siempre te engañan”. Sólo porque muchos pasen la mala experiencia y no pudieron encontrarle el rumbo a una pareja no quiere decir que a nosotros nos pase lo mismo.

El problema está en que escuchamos más las opiniones ajenas (que sólo son eso, “ajenas”) que dejarnos llevar por lo que nosotros sentimos.
Lo cierto es que nosotros tenemos que llevar una vida propia y vivir nuestras propias experiencias. Y eso lo podemos hacer teniendo en cuenta lo que nosotros queremos.

Las siguientes son unas frases contundentes:

“Tienen que ser libres de las opiniones de los demás. Cuando lleguen a ser libres por dentro, estarán libres de la esclavitud que significa estar pendientes de la imagen frente a los otros” (George Gurdjieff, filósofo y escritor armenio, 1866-1949).

Confiar en lo que el corazón nos guía, hace que no seamos esclavos de las opiniones externas ni tampoco a estar atados a viejos mandatos heredados y repetitivos, ir a nuestro interior y desde ese espacio decidir, nos hace despertar a tomar conciencia que depende sólo de nosotros crear nuestra historia y elegir, pese a la crítica, lo que nos genera verdadera dicha, ya que el único pecado es no ser felices.

 “El hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de él mismo, y no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz” (Platón).

Dejar de depender de la mirada del otro, del gusto del otro, de la aparición o permanencia del otro en tu vida para ser feliz, es hacerte cargo de que sólo la dicha depende de vos.

 “Nadie puede hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento” (Franklin D. Roosevelt).

“No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo” (Osho).

Aquel que solo espera el elogio y la alabanza para sentirse vivo, es tan fácilmente destruido por la crítica ajena, por la malicia, por el descrédito.  Se dice que esas personas son hojas llevadas por el viento de un lado a otro.  Hay personas que se deprimen a tal punto que generan que el sistema inmunológico viva afectado.

“Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti.” (Lucio Séneca)
Seamos libre internamente y elijamos con cuidado nuestras creencias, ya que lo que creemos, creamos.

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