Casi las 10 de la noche. Los locales del Frente Para La Victoria y de Cambiemos, los dos partidos más importantes que se disputaban la intendencia de Lanús (ya con el massista Nicolás Russo casi al margen) están separados por 70 metros, uno por la avenida Máximo Paz, el del FPV, y otro casi en la esquina de H. Yrigoyen con la anterior arteria. Los dos bandos se aseguraban la victoria.
En la sede del candidato a intendente Néstor Grindetti (Cambiemos), PUNTO SUR pudo hablar con un referente muy cercano al por ahora, secretario de Hacienda de Mauricio Macri, que confió que esa alianza de partidos ganaba en todo el centro de Lanús y de Remedios de Escalada, por más del 50 por ciento sobre Julián Álvarez, pero admitía que, desde el comando electoral de Macri en Puerto Madero, le pedían cautela, porque todavía faltaban los datos de la periferia del distrito, de tradición peronista.
Por el otro lado, los militantes de Álvarez habían cortado Máximo Paz con los festejos y la liturgia del peronismo, con la infaltable marchita como uno de los tantos cantos bullangueros. Pero una fuente confiable confirmaba los datos que venían desde el PRO, aunque subrayaba que, en Monte Chingolo, ganaba el candidato impuesto por Cristina Kirchner.
A la 01:00 del ya lunes 26 de octubre, las cifras oficiales mostraban en Lanús, con el 85,60 por ciento de las mesas escrutadas, un triunfo ajustado y nada definitivo del peronista Álvarez, con 91.428 votos, sobre Grindetti, con 91.033, es decir, apenas 395 sufragios de diferencia, cuando todavía faltaban 125 mesas por escrutar.
A esa hora se confirma, a nivel nacional, el triunfo ajustado pero impensable de Cambiemos: Mauricio Macri, con el 35,61 por ciento de todo el país sobre Daniel Scioli, con 35,29 por ciento, según los datos oficiales; y, esos datos daban en provincia de Buenos Aires el triunfo a María Eugenia Vidal como gobernadora, con 36.69 por ciento sobre los 34.81 puntos de Aníbal Fernández (FPV).
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