Por Ma. Cecilia Carrizo.
Boca debe jugar por la camiseta y el orgullo de ser el mejor equipo, el de la mejor era de Bianchi.
De las malas rachas , ya lo sabemos no se salva nadie.
De todas maneras, estoy harta de ver perder a mi equipo y no veo la hora que termine este campeonato y empiece el próximo con una buena limpieza de jugadores, que todavía no se enteraron dónde están jugando,que son irreflexivos, disparatados, no se detienen un segundo a pensar una jugada, un movimiento claro.
Cualquier jugador aficionado retiene la pelota más que ellos. Burdisso es el claro ejemplo, los 2 goles de Racing, en el cásico del domingo pasado, vinieron por sus fallas de atolondrado, de obtuso. ¿Una patada en la espalda del contrario, es necesaria? El primer tanto de Racing, en el clásico del domingo pasado en la victoria "Académica" 2 a 0, el balón viene a rebotar en él mismo y termina dentro de su propio arco y , el segundo gol, deriva de una alevosa mano que provoca el penal que termina convirtiendo el arquero de Racing Sebastián Saja.
Como en los últimos tiempos, Boca en la avanzada no tuvo profundidad ni precisión, un real desastre. y ni hablar de la defensa.
Si Boca hubiese tenido una mínima cuota de suerte, azar o como quieran llamarlo, lo que tuvo el rival, los jugadores se hubieran movido con más convencimiento y exactitud, porque tengamos en cuenta que Argentinos Jrs., al ganarle este sábado a San Lorenzo, superó al equipo de Bianchi por diferencia de gol en el último puesto. ¡Un papelón!
Lo mejor va a ser olvidar otro desgraciado domingo, la desdicha nos fatiga.
No queda otra que esperar y pedirle a quien corresponda, en mi caso a Ceferino que abra el cielo y deje entrar el sol, para todos los que aman a Boca Juniors.
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